sábado, 30 de noviembre de 2013

ZACARÍAS. OBRA Y ESTILO.



Después de una introducción, 1,1-6, sigue una serie de ocho o siete visiones, 1,7-6,8, interrumpida por unas cuantas inserciones, dedicadas especialmente a Josué, 3,1-10, ya Zorobabel, 4,6-10 y 6,9-15. La tercera sección es más compleja. Una consulta sobre el ayuno, 7,1-7, difiere la respuesta hasta 8,18s. Entre medias se lee una exhortación ética y una serie de promesas centradas en Jerusalén. 

Zacarías se inserta conscientemente en la línea de los antiguos profetas (1,4), predica la conversión, inculca las exigencias éticas, critica el culto sin justicia. Depende de Isaías " (2,10-17) Y más de Ezequiel en procedimientos literarios. Desarrolla un estilo visionario que adquiere en algunos momentos formas casi surrealistas. Está anticipando la literatura apocalíptica. Esta intersección de caminos hace más interesante la persona y el mensaje del profeta. Su apertura a todas las tendencias, su capacidad de sintetizarlas sin simplismos, lo convierten en modelo para no interpretar unilateralmente la tradición profética.

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